1/11/07

DETRAS de ERNESTO, APARECIO ALFREDO

Muchos en el barrio y de mis amigos no sabian que me llamaba Alfredo.No es solamente una cuestion de falta de nombre completo, es tambien una historia que se continua y los rasgos de uno se adentran en los del otro.
El Moro dio la nota en la presentacion a la que lo siguió mi hermana Nelly.
Fue todo un lujo sentirme presentado por el Moro, que dijo? no sé. La cosa es que yo lo miraba y pensaba entre mi cuanta paciencia, y que bien que habla este tipo, a la par, fui imaginándome con la invitacion que hizo, a pensar en una ciudad sin cantantes sin pintores, sin bailarines, sin titiriteros,... "se mandó". Nunca habia pensado en semejante cosa. La sensacion de vacío espectral fue inmediata.Me sorprendió al decir que ni era de ahora que pintaba (dicho además con mucho énfasis, que pintaba desde siempre, que me recordaba pintando................Fua!!! vaya hombre, mira que habré estado metido en estos temas tanto tiempo y ahora me vengo como a enterar, mas tarde la gorda Nelly, mi hermana, ratificó: pinta desde que era chico ratificó, y si, es bastante cierto pense luego para mis adentros, y agrego: "Superó mis expectativas".En el medio hablo Laurita, como ya me había chimentado-leído por teléfono el discurso navegue un poco por las caras de los presentes, y si, además tenia razon Mila, que orgullo que sentía que me estuviese presentando mi propia hija. A esa altura y lo verán por las fotos me seguia degollando con la sonrisa, que se me hizo irreflenable hasta casi el dia siguiente y al otro dia hasta que entre en el hospital.No sé por que cada vez que me rio con tantas ganas me acuerdo de la risa de Mila.
Alli estabamos Milita, con el atuendo señalado. Hice todos los deberes, solo me frunci de ponerme el saco pues hacia mucho calor, pero las lenguas sugirieron de que estaba "guapo".
Los dichos de Laurita, machete en mano, tal como después lo hizo su padre, fueron una mezcla de contundente academicismo, y verdades sencillas hasta que finalmente tocó el tema del arbol blanco, pintado en un óleo que conserva el Moro en algun placard.Sentía que me presentaba una profesional, con ese toque pedagógico de hija licenciada y tambien se me amontonaron en un flash sus años de estudio, y la seguridad de sus palabras.
Luego vino una parte informal en el que me despache y, segun se dijo luego se entendio mejor de lo que lei, descubri un cuadro que habia sido un poco el hecho de la convocatoria, que estaba cubierto por una manta andina bien grande.Cuando los tuve en frente, parados a todos como si fueran atentos alumnos de un raro cole, mire de refilón la cara de Tartaglia, el actual vicepresidente y casi virtual futuro presidente de "la casa" en que estabamos, me dio pasto para pensar: Ni te imaginabas la collera con la que nos veniamos!!, el flaco no paraba de reirse desde lejos al fondo, mirando como atónito esa suerte de rareza social presente. Tenia tres anécdotas para largar, pero me contuve con la primera, y alcanzo.
Cuando terminamos con las palabras y bien pasado el rato, me percaté que lo habia puenteado al "dueño" de casa y que no le di microfono para hablar.........me sigo riendo de esto, y no creo que lo tome a mal.
Hubo un video que nos llevo algunas noches de compaginación que se lo debo al Vasco-Gallego hermano que tenemos en el barrio, y que su paciencia y alguna directriz sobre preferencias hicieron una pelicula que quedo muy bonita para mi gusto, con el sicus inicial que habia sugerido Leo, y un lindo ensamble de Mercedes Sosa, Teresa Parodi, Simon y Garfunkel y otros.Brindamos y al rato nos fuimos a seguirla en casa con los que se fueron enganchando.
Ahora me queda un vaquero y una camisa nuevos, y muchos sueños mas por delante, muchas anecdotas mas que se traduciran en cuadros, en momentos, en seguir peleando este afan de transmitir......gracias a ustedes.
Un beso
Ernesto Alfredo

31/10/07

"Cántaros"





















Este sabado 27, en los salones del Colegio de Anestesiólogos de Bs. As, se inauguró la muestra de 14 pinturas de Alfredo con el titulo de "Cántaros". Fuimos alrededor de 100 personas, las que acudimos, casi en comunión, muy satisfechos todos por ver a una persona y su obra, expuesta desde lo auténtico, metidos entre sus colores, sus figuras, sus recuerdos, sus paisajes y tambien su música, que hasta dieron el presente los ausentes. Una noche feliz.

Moro